Estuve jugando brevemente con el Galaxy S9 que Samsung presentó ayer en esta ciudad, como antesala al Congreso Mundial de Móviles que comienza hoy y termina el jueves ( y donde ya hubo anuncios de Huawei, Alcatel, LG, Nokia y más ). Van aquí unas impresiones sobre el teléfono con el que la compañía quiere subir la vara de lo que considera un smartphone de alta gama.
En breve, para los que no quieren leer tanto: es un avance respecto del Galaxy S8, sobre todo por la cámara, aunque no es una revolución; falta probar la cámara fuera de la sala de exposición para ver si cumple con lo que promete. En mayo llega al país.
Mismo diseño
Primero, lo obvio: el Galaxy S9 es casi idéntico a su antecesor. El diseño está más pulido, sobre todo por la reubicación del sensor de huellas digitales (ahora debajo de la cámara, más fácil de alcanzar con el índice, sobre todo en el S9+). La pantalla es la misma: mismo tamaño y resolución, y -dentro de las limitaciones de juzgarlo en un rato en una sala de exposiciones con luces cambiantes- de la misma intensidad, aunque Samsung dice que mejoró su visibilidad a la luz del sol. Habrá que esperar a marzo ( o mayo, en la Argentina) para comprobarlo.