La bióloga Nan Hauser estaba nadando frente a la costa de Rarotonga, en las Islas Cook, una tarea habitual para ella y su equipo pero ese día de octubre seria testigo de un hecho increíble que además pudo captar en vídeo.
Cuando se encontraba sumergida, y su equipo en el bote, comenzó a bucear cerca del cetáceo. Sin embargo, observó un comportamiento algo poco habitual.
En ese instante, a lo lejos, vio acercarse otro animal y distinguió que éste movía su cola de izquierda a derecha, de forma amenazante. Para protegerla la ballena coloca una de sus aletas debajo del cuerpo de Nan, luego utiliza su cabeza para empujarla y alejarla del amenaza del tiburón tigre.
Cuando volvió al barco para alertar a su equipo de lo sucedido pudo comprobar como otra ballena golpeaba el agua con su cola para alejar la amenaza del tiburón.