La asombrosa capacidad de recuperación que se observa en los felinos después de un accidente, está relacionada con la vibración sonora que produce su propio ronroneo, este sonido que oscila en un rango de 20 a 140Hz, con dos dominantes armónicos, uno situado en los 50 Hz, otro en los 90Hz, está estrechamente relacionado con su supervivencia, y es utilizado por todos los felinos para curarse, fortalecerse y darse bienestar a sí mismos.
La frecuencia principal dominante del ronroneo, situada en el rango de los 20 y los 55Hz, pose una importante acción anabólica, y por este motivo están empezando a ser utilizadas en medicina ortopédica para la consolidación de fracturas y el tratamiento de la osteoartritis, tras comprobar que aceleran los procesos de curación y la creación de nuevo tejido. Cabe señalar que la frecuencia anabólica de los huesos se sitúa entre los 20 y 90 Hz pudiéndose también aplicar en el alivio del dolor agudo y crónico, en situaciones de pérdida de densidad ósea, en atrofia muscular, en la regeneración de tejido, y en la curación de heridas, ya que mejora la circulación local y la oxigenación, reduce el crecimiento bacteriano, inhibe la inflamación y mejora la cicatrización de huesos y los músculos.
Usos y aplicaciones terapéuticas
Es sabido que el ronroneo de los gatos sirve como tratamiento de apoyo terapéutico, al favorecer la recuperación en las siguientes situaciones:
- Consolidación de fracturas.
- Crecimiento óseo.
- Tratamiento de la osteoartritis.
- Procesos de curación y la creación de nuevo tejido.
- Dolor agudo y crónico.
- Pérdida de densidad ósea.
- Atrofia muscular.
- Regeneración de tejido.
- Reparación de tendones.
- Movilidad de las articulaciones.
- Curación de heridas.
- Cicatrización de huesos y los músculos.
- Reducción del crecimiento bacteriano.
- Inhibe la inflamación.
- Jet lag.
- Estimulación de neuronal para la producción de serotonina y endorfinas, incidiendo en la calidad del sueño y el bienestar.
- Disnea Pulmonar.
¿Cómo aprovecharlo?
El sonido del ronroneo de un gato, no tiene como objetivo deleitar nuestros oídos, su objetivo es nuestro sistema nervioso, la estructura de nuestro aparato locomotor y por supuesto nuestro campo electromagnético.
Nada de ponerse unos cascos en los oídos y escucharlo a todo volumen, todo lo contrario, se trata de crear un campo vibratorio alrededor del paciente, sea humano o animal, y eso se consigue con una proyección aérea del sonido, es decir con un altavoz externo, o bien, si el objetivo es tratar un trastorno del aparato locomotor, sería adecuado sostener unos auriculares de calidad (*con capacidad de reproducir adecuadamente frecuencias bajas ), sobre la zona afectada del paciente, por ejemplo en un hombro, en la rodilla, en la espalda… Nuestros órganos, nuestro sistema óseo y nuestra piel también tienen la capacidad de escuchar.
Otra posibilidad, si el sonido se reproduce con un equipo pequeño y móvil, sería adecuado forrarlo con una tela suave, y ponerlo en contacto con la zona y/o el órgano afectado.
Los auriculares pequeños de oído, de calidad estándar, no reproducen bien las frecuencias bajas, por lo tanto no son adecuados para sujetarlos en el cuerpo. Son adecuados los auriculares de calidad con auriculares grandes de al menos 3cm. de diámetro.
Posología
En episodios de dolor y/o inflamación aplicar un mínimo de tres horas al día.
Para osteopatías sería recomendable acercar el sonido al cuerpo del paciente el máximo de horas posibles, por ejemplo toda la noche a un volumen casi imperceptible.
Es importante recordar que más volumen no significa en ningún caso más efectivo, todo lo contrario. Un volumen excesivamente fuerte sería motivo de molestias y nerviosismo.
Nuestros órganos y nuestra estructura celular escucha lo que nuestros oídos no perciben, por tanto es importante recordar que: Poner el volumen siempre bajo, prácticamente imperceptible
Análisis bioacústico
El ronroneo es producido por el flujo sanguíneo de la vena cava al circular por un estrechamiento voluntario que el gato produce a su tránsito entre el hígado y el diafragma. En ciertos estados neurovegetativos la sangre forma ondas al circular por este cuello de botella provocando vibraciones que se expanden por el cuerpo y las cavidades craneales del seno a través de la tráquea, produciendo un campo vibratorio que tiene la capacidad de relajar todo su cuerpo y condicionar su actitud.
Este estado de relajación fue durante mucho tiempo asociado a un estado de satisfacción, sin embargo, los gatos que están padeciendo dolor o angustia también ronronean, pero no solamente para ellos! Los gatos también ronronean específicamente para ayudar a una persona u a otro animal enfermo.
Las frecuencias dominantes del ronroneo se sitúan en el rango de los 20 y los 55Hz, este rango de frecuencias pose una importante acción anabólica, y por este motivo son utilizadas en medicina ortopédica para la consolidación de fracturas y el tratamiento de la osteoartritis, tras comprobar que aceleran los procesos de curación y la creación de nuevo tejido. Cabe señalar que la frecuencia anabólica de los huesos se sitúa entre los 20 y 90 Hz pudiéndose también aplicar en el alivio del dolor agudo y crónico, en situaciones de pérdida de densidad ósea, en atrofia muscular, en la regeneración de tejido, y en la curación de heridas, ya que mejora la circulación local y la oxigenación, reduce el crecimiento bacteriano, inhibe la inflamación y mejora la cicatrización de huesos y los músculos.
Fundamentación
Tres trabajos de investigación de diferente procedencia avalan resultados y corroboran los beneficios de la aplicación del sonido del ronroneo del gato en terapia:
Jean-Yves Gauchet
Veterinario francés, autor de “ronronoterapie”, observa que padeciendo una misma lesión y tras una misma cirugía, los gatos sufren cinco veces menos secuelas que los perros, y que se recuperan tres veces más rápido. Afirma que escuchar el sonido del ronroneo estimula las neuronas que producen serotonina, “la hormona de la felicidad” y endorfinas, incidiendo en la calidad de nuestro sueño y mejorando nuestro humor; también señala haber observado que mejora situaciones de Jet-lag.
Elizabeth von Muggenthaler
Bioacústica, presidente de Fauna Communication Research Institute, en uno de sus trabajos sobre los felinos expone que: Las frecuencias entre 20 y140 Hz favorecen el crecimiento óseo y la curación de fracturas, alivian el dolor, reducen la inflamación, favorecen la cicatrización de heridas, el crecimiento muscular, la reparación de los tendones, mejoran la movilidad de las articulaciones y alivian la disnea pulmonar.
Joel Dehasse
Catedrático de veterinaria en Bruselas, afirma “categóricamente” que: Un gato vibra principalmente para aumentar su comodidad, es un gran especialista en deshacerse de energías negativas, siendo capaz de percibir e identificar las emocionales de su cuidador humano. Pero no se trata de que el gato posea virtudes antidepresivas, no, el no nos pone de buen humor. El gato nos libera de nuestras energías negativas!, sin necesidad de aportar energías positivas.