Netflix planea gastar más de 6,000 millones de dólares en su programación para el próximo año. Se ha convertido en una de las mayores casas productoras y, para otras cadenas, es difícil seguirle el paso…
“Está comenzando a matarnos a los pobres de televisión por cable”, dijo Bonnie Hammer, directora de NBCUniversal y responsable de 10 cadenas bajo la marca, durante un panel de ejecutivos de televisión organizado por la revista de entretenimiento The Hollywood reporter.
En el evento, Nancy Dubuc, presidenta de A&E, reconoció que ofrecer costos de producción competitivos puede ser “un dolor de cabeza”, pero que generalmente eso se define si la historia final es fiel a la marca.
Este año, Netflix llegó a los titulares por gastar supuestamente más de 120 millones de dólares para producir la serie The Get Down, que se estrenará el 12 de agosto.
“Gastar mucho dinero no significa hacer televisión de calidad” ni tampoco es garantía de audiencias altas, señaló el director de HBO, Richard Pleper.
El alto perfil en pantalla y el talento detrás de cámaras no compra el éxito, tal y como muestra el programa Vinyl, de HBO. La serie, cuyo productor ejecutivo es Martin Scorsese, iba a filmar una segunda temporada pero la cadena finalmente decidió no continuar con el proyecto.
“Vimos en dónde estábamos y la pregunta sobre la mesa fue ‘¿Puede ser genial?’ Tienes que contestar a eso muy fría y honestamente”, explicó Pleper. “Y si llegas a la conclusión de que va a ser solo buena (…) tienes que decir ‘Vamos a otra cosa’. Son determinaciones difíciles, pero es por lo que nos pagan”.
Pero Netflix ha encontrado “productos donde no se ve la grandeza”, dijo Ted Sarandos, jefe de contenido del servicio de streaming.
Tal fue el caso de Stranger things, el más reciente éxito de la compañía.
“Son nuevos cineastas (los hermanos Duffer) y tenían un elenco completo de desconocidos”, dijo Sarandos. “Winona Ryder y Matthew Modine los complementan, pero estos niños salieron de la nada”, señaló.