Lionel, Argentina sufrió más de lo esperado pero finalmente dirá presente en Rusia 2018. ¿En qué lugar está el equipo en comparación a otras potencias como Alemania y Brasil?
Vamos a llegar bien. Estamos en crecimiento, obviamente. En la eliminatoria nos tocó pasar un momento que no esperábamos ni merecíamos, porque tuvimos partidos como contra Venezuela y Perú en los que podríamos haber ganado tranquilamente. Así no habríamos llegado a la instancia final que nos tocó pasar contra Ecuador. Venimos de cuatro partidos oficiales con un técnico nuevo, pero después del partido con Ecuador la selección va a ser otra, va a crecer. Argentina va a soltar toda esa tensión y ese miedo que tenía por jugar ese partido y por el riesgo de no conseguir el objetivo. Va a cambiar mucho.
Grandes selecciones han quedado fuera del Mundial. ¿Le sorprendió el caso de Chile?
Sí, como a todos. Porque fue campeón de las dos últimas dos Copas América y tenía un grupo acostumbrado a ganar. Se trata de un gran equipo con muy buenos jugadores. Eso demuestra lo difícil que es la eliminatoria sudamericana, donde nadie te regala nada. No es fácil ir a jugar de visitante a Bolivia, Venezuela, Ecuador, Colombia y a todos los lugares donde tenés que ir. A Brasil muchísimo menos. Está todo mucho más igualado, es cada vez más difícil clasificar al Mundial.
Rusia aparece a la vuelta de la esquina, aunque Brasil 2014 aún está fresco en la mente de todos. ¿Ya sanó la herida de aquella final perdida ante Alemania?
¡No! Y no sé si va a sanar alguna vez. Creo que se va a convivir con eso que ocurrió, va a quedar siempre ahí. El Mundial es un recuerdo muy lindo y a la vez muy amargo por cómo terminó, por cómo se dio todo. Pero va a estar siempre ahí.
En lo personal, aunque parezca mentira, ya ha cumplido los 30 años. ¿Está dónde se lo imaginaba?
La verdad es que nunca me puse a imaginar cómo o dónde estaría cuando llegara este momento. Pero puedo decir que me encuentro muy bien, muy feliz tanto en mi vida personal, donde voy a ser papá por tercera vez, como en el fútbol. Diría que estoy bien dentro y fuera de la cancha, muy contento con cómo me agarra esta edad.
¿Ha madurado en su juego también?
Sí, claro. Uno va creciendo y a medida que pasa el tiempo va mejorando, adquiriendo cosas nuevas al estilo de uno. Así como crecí en edad, también crecí dentro de la cancha.
La selección argentina sin duda saca provecho de eso. ¿Qué lugar ocupa el partido ante Ecuador por las eliminatorias en su historia con esa camiseta?
Fue muy importante porque quedarse afuera del Mundial hubiese sido un golpe muy duro. Primero para nosotros, para el grupo, y para mí en lo personal. No sé cómo hubiese reaccionado a ese golpe. Lo mismo para la gente de Argentina, quedar afuera de Rusia hubiese sido un momento histórico de los malos para el país.
Por contexto y trascendencia, ¿es el partido que se debía con la selección?
No, no sé si es el partido que me debía. Tuve partidos muy buenos con la selección. Lo que sí puedo decir es que, por cómo se dio, fue un momento importante y muy lindo.
Tras la clasificación a Rusia, Jorge Sampaoli manifestó que “el fútbol le debe un Mundial a Messi”. ¿Lo escuchó? ¿Qué opina al respecto?
Sí, lo escuché... y me lo dijo en persona a mí también. ¿Qué pienso? ¡Ojalá que el fútbol me lo pague!
En esa línea, nos gustaría proponerle un juego. ¿Se anima a completar la siguiente frase? En 2018, Lionel Messi será…
(Piensa) ¡…papá por tercera vez!