Marcelo Gallardo le ganó el duelo táctico a Guillermo Barros Schelotto desde el banco y nada menos que de visitante.
Aciertos y fallas
El Pity Martínez sobre la izquierda
Al reanudarse el campeonato Gallardo, sorprendió ubicando al Pity a la derecha, esto no solo logró explotar más aún las habilidades del 10, en esa posición se acabaron los murmullos de la hinchada riveplatense y potenció toda la delantera. Pero en este partido hizo lo contrario, un cambio clave para atacar con su futbolista más desequilibrante, al defensor Peruzzi, quizás el defensor más débil de la defensa xeneize.
Cambios impensados
Las tempranas lesiones de dos jugadores fueron clave en el partido. Para River fue Milton Casco con esguince de rodilla derecha, Marcelo Gallardo inmediatamente llamó a Camilo Mallada, lateral por lateral y no se tuvo que preocupar por un cambio de planteo táctico.
El lesionado de Boca fue nada menos que Ricky Centurion, pieza clave en el armado de juego de Boca, aparte de demorarse el cambio exponiendo al jugador a una lesión más intensa, Guillermo erró y puso a otro 9 en la cancha. Si Bou reemplazó a Centurión, y Boca debió jugar todo el partido con un doble 9, no recuerdo cuando fue la última vez que lo hicieron así y clarop, un jugador menos en el sector del medio campo.
El medio campo fue de River
River se las ingenió para presionar y neutralizar la zona medio, Pablo Pérez, Gago y Bentancur recibían la pelota de espaldas al arco de River, mirando hacia su propio arco lo que dificultaba el armado de juego y siendo uno menos (Salida de Centurion) perdió el armado del juego o al menos el del juego ordenado. Esto provocó proyección de sus laterales y los pelotazos frontales a sus dos delanteros que no están acostumbrados a pivotear. Los pelotazos alimentaron el ego de los centrales de River. Maidana y Martínez Quarta se cansaron de despejar pelotazos. En cambio Nacho Fernández, Ponzio, Rojas y Pity Martínez lo hacían de frente y con panorama para avanzar y descargar hacia sus delanteros que estaban muy despiertos y con huecos notorios para desplegar su juego.
El tridente ofensivo
Pity Martinez, Alario y Driussi dieron clase de pivoteos, toques atrás, pases entre líneas y definiciones de alto nivel, aguantaron todo lo que le enviaron sus mediocampistas, incluso en desventaja numéricas y tras eso llegaron los goles.
Goles y no goles
River Plate convirtió de entrada dos goles en pocos minutos que fueron un baldazo de agua fría. Boca había sido superado tácticamente y con dos abajo también sucumbió emocionalmente, el primer tiempo era de River y pudo haber convertido un par de goles más, pero Driussi no estuvo preciso en los primeros minutos.
Se visualizaba un partido con la misma tendencia. Pero la poca experiencia de Batalla le regaló un gol impensado a Gago, que de una centro intrascedental se convirtió en un gol que sería aire fresco a la mentalidad de los locales.
Boca resurgió al empezar el segundo tiempo, y fue con voluntad más que con claridad, tuvo una clara, un centro llovido al punto penal que Benedetto cabeceó por arriba del travesaño y luego Batalla, que se reivindicó al tapar en la misma jugada, dos disparos que tenían destino de red.
River tuvo una clara en los pies del Auzqui, que pasó rozando el poste de Rossi y luego tras el error de Gago, Driussi conviertió el gol que sentenciaría el final del partido.
Números y conclusión
Pases Totales
- Boca: 469
- River: 253
Pocesión de pelota:
- Boca: 61%
- River: 39%
Los números marcan que cantidad no es lo mismo que calidad. River Plate fue más efectivo y preciso. Ganó el clásico física y psicológicamente, no le importó si estaba de local o visitante y fue a ganarlo fiel a su estilo. Boca deberá revisar sus planteos tácticos a futuro si quiere ganar el campeonato, sigue siendo el mayor candidato, pero pierde distancia. Ya venía mostrando partidos atrás sus "debilidades", que solía solventar con los goles de sus delanteros ante equipos de menor jerarquía, pero se topó con un River con conceptos claros que hicieron la diferencia.
Un buen planteo táctico, entender el juego, saber a que jugar y mucho mucho corazón fueron las claves que definieron el superclásico del fútbol argentino.
¿Vos que opinás?