Lanús se clasificó a la final de la Copa Libertadores de manera heroica tras vencer a River por 4-2, en La Fortaleza, luego de ir 2-0 abajo de entrada y, además, haber perdido 1-0 en la ida.
El Millonario arrancó con todo y tomó ventaja con los goles de Ignacio Scocco, de penal, y Gonzalo Montiel. José Sand descontó en la última jugada del primer tiempo y marcó la igualdad a los pocos segundos del comienzo de la segunda etapa. El 3-2 lo hizo Lautaro Acosta, a los 61 minutos, y a los 66, tras consultar el VAR, el árbitro sancionó un penal que el uruguayo Alejandro Silva transformó en gol.
Lanús, campeón de la Copa Conmebol de 1996 y de la Copa Sudamericana de 2013, jugará la final de la Copa Libertadores ante el Barcelona ecuatoriano o el Gremio brasileño, que en la ida se impuso por 3-0.
River se quedó con diez antes del final por la expulsión de Ignacio Fernández y no puede revertirlo.
El VAR no pasó la prueba
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores de River Plate, aparte de haber recibido una dura derrota, salieron muy molesto con el sistema VAR, que claramente perjudicó a River y favoreció a Lanús. Los siete árbitros cometieron errores groseros y no cobraron un penal clarísimo cuando el juego estaba 2-0. Tampoco echaron a un jugador de Lanús cuando golpeó a Rojas y luego vino la jugada del tercer gol de Lanús.
Lo cierto es que la Conmebol deberá revisar con pinzas lo sucedido en esta noche, primero por la inversión realizada, y luego por los errores arbitrales.