La dirigencia millonaria tenía planeado hacer uso de la cláusula de rescisión del tucumano valuada en 2.7 millones de dólares. A sus pares rosarinos no le gustó la idea. Los acusaron de traidores, de actuar de manera desleal y de "romper códigos". El mismo jugador había abandonado la concentración buscando que la operación se concrete. Pero no sucedio. River dio marcha atrás y hasta se habló de que Salazar fue apretado por la barra brava canalla.
Cuando parecía que el pase estaba caído, sorprendentemente Central se sentó de nuevo en la mesa de negociación. No descartan que el futbolista de 23 años pueda pasar a River, aunque para que se haga, quieren que uno de La Banda se vista de azul y amarillo: Camilo Mayada.
"A nosotros nos interesa que venga Camilo Mayada y que pongan el dinero que queremos. Si aceptan nuestras condiciones, puede hacerse. De lo contrario, no habrá chances", aseguró Luciano Cefaratti, vicepresidente del Canalla.
¿Aceptará River la demanda por el uruguayo?