Guillermo Marconi, titular del Sindicato de Árbitros de la República Argentina, confirmó en diálogo exclusivo con Clarín que "Grondona (Julio) y el Gobierno (encabezado entonces por Cristina Fernández de Kirchner) presionaron para que River no se fuera al descenso". Los dichos fueron confirmados por Sergio Pezzota, quien dirigió la revancha ante Belgrano en el Monumental, y Juan Pablo Pompei, quien también estuvo en consideración para ese partido.
“El 23 de junio, día posterior al primer partido en Córdoba, que pierde River, Grondona me pide juntarse en forma inmediata. Había estado con la Presidenta de la Nación y le informó que tenía noticias de que si descendía River era un escándalo y habría focos de violencia en todo el país. Me pidió que fuera a su departamento; él estaba por irse a su campo y tuvo que cambiarse por el llamado de la Presidenta. Me manifestó esto y que el Colegio de Arbitros decidió que los encargados de dirigir eran Pezzotta o Pompei. Le digo: ‘Bueno Julio, comuníqueselo usted a ellos’. Los dos estaban regresando de San Pablo, tras dirigir Copa Libertadores. Vuelven y les pido que vengan al gremio a las 4 o 5 de la tarde. Les dije textual: ‘Muchachos pasa esto, va a llamar Grondona, quedamos en esto, alguno de los dos va a ser el encargado de dirigir River-Belgrano’. Efectivamente llamó Julio y me dijo que se decidió que fuese Sergio Pezzotta. Le digo: “Bueno Julio, espere un minuto”. Le doy el teléfono (a Pezzotta) en altavoz y contá vos qué pasó...”, comienza Marconi.
Pezzotta continúa: “Me saludó y me dijo: ‘Mire Pezzotta que si esto sale mal nos matan a todos, nos van a colgar del Obelisco’. Le contesté que yo iba a dar todo de mí para que salga bien, que estaba poniendo el pecho, que tendría que estar en Córdoba por la Copa América. ‘Estoy en tus manos’, fueron sus palabras y me quedó grabado cuando dijo: ‘Si esto sale mal, nos cuelgan del Obelisco’”.
-¿Si esto sale mal qué significaba: que River se fuese al descenso o que haya un arbitraje polémico?
Pezzotta: No, yo creo que apuntaba a que River se vaya al descenso...
-Guillermo, ¿vos estás diciendo que Grondona y Cristina no querían que River se fuera al descenso?
Marconi: Creo que tanto uno como otro estaban absolutamente presionados por ese partido. Una políticamente y el otro como responsable de lo que pudiera pasar, como que era un disparador social de algo que podía darse en el país. Bueno, en la cancha de River pasó lo que había anunciado la Presidenta: un escándalo. No así en el país.
-¿Por qué los dos partidos los dirigieron árbitros del SADRA?
Marconi: Porque en ese momento eran los dos mejores arbitros, tanto Pitana (que dirigió en Córdoba) como Sergio estaban bien rankeados. Pero lo definió el Colegio de Arbitros. Yo me entero de esto cuando me llama Julio y me dice quienes son los dos que estaban para ser sorteados o para definir quien jugaba. Claramente fue una situación particular. Vos tenés que pensar que es un tema en el que había intervenido el Gobierno a través de su máxima autoridad, no hubo una gestión intermedia. Nunca en mi vida lo vi tan presionado y tan mal a Julio. Lo vi muy mal, muy mal... Me impactó la urgencia de su llamado: estaba por irse al campo, tuvo que cambiarse y salir a Olivos. Y después que salió de la reunión con la Presidenta me transmitió esa ansiedad. Estaba angustiado. Cuando terminó el primer tiempo me llama y me dice ‘¿cómo no dio ese penal?’. Le digo: ‘Julio, primero hay que ver si fue penal, y segundo que si no lo dio es porque seguro no fue’. Estaba mal, Julio estaba mal...
-¿El penal de Pérez a Caruso?
Marconi: Sí. En cuarenta años que lo conocí a Julio fue la primera vez que noté que algo lo sobrepasaba.
-Y eso que la gente de River cree que...
Marconi: Sí, sí... Passarella le pidió la renuncia por el Boca-River y supuestamente Grondona lo había perjudicado en este partido como revancha. Todo lo contrario.
-¿Qué pasó con el descenso consumado?
Marconi: Un poco la relación se rompió... Fue la única vez en mi vida que Julio, muy angustiado, muy presionado, muy necesitado. me pidió algo de esa naturaleza. Indudablemente se sentía angustiado si River descendía.
-¿Nunca más hablaron del tema?
Marconi: No. En definitiva lo que pasó no es lo que se anunciaba que iba a pasar. Hubo mucho lío en el estadio Monumental, pero fue controlado, se encriptó (sic) alrededor de la cancha. Fuera de eso no hubo otro episiodio en ninguna parte del país, ni acá en la Capital.
-Para que quede bien claro, porque yo voy a titular “Grondona y Cristina presionaron para que River no se vaya al descenso”. ¿Fue así?
Marconi: Sí, se lo preguntaste a él (señalando a Pezzotta) y te lo contestó claramente. A mí no me consta el relato de los hechos efectuados por Grondona por no haber sido testigo presencial de su encuentro con Cristina. Pero es textual lo que me manifestó el presidente de la AFA. Acá es lo que sintió él (Pezzotta) porque no dijo textualmente “que River se vaya al descenso”...
Interrumpe Pezzotta: “Al revés, yo lo sentí al revés. ‘Nos cuelgan del Obelisco si esto sale mal’, me dijo”.
Pompei: Estábamos en San Pablo, y nos dicen ‘prepárense que a la guerra va alguno de ustedes’. No sabíamos la presión que había y cuando llegamos tomamos real dimensión.
Pezzotta: Nadie quería jugarlo, caímos nosotros. En Brasil nos sugirieron que lo rechacemos. Y le digo a la gente de la Conmebol: ‘¿Cómo voy a rechazarlo?’.
-¿Quién les dijo eso?
Pompei y Pezzotta: El Director de la Escuela en ese momento.
-¿El paraguayo Carlos Alarcón?
Marconi: Vas a armar un quilombo (se ríe)...