En la previa al viaje a Santa Cruz de la Sierra, última escala antes del duelo ante Bolivia en La Paz, Edgardo Bauza planificó el entrenamiento de la Selección Argentina con un equipo en mente. La idea es apelar a un 4-4-2 más combativo con Lionel Messi y Ángel di María para abastecer a Lucas Pratto arriba.
Más allá de que la idea era alternar cargas debido al desgaste que genera jugar en la aluta, el Patón se ve obligado a alterar más de medio equipo. Es que cuatro jugadores fueron sancionados por llegar a las dos amarillas (Nicolás Otamendi, Lucas Biglia, Javier Mascherano y Gonzalo Higuaín) y dos quedaron desafectados por lesión (Emmanuel Mas y Gabriel Mercado).
Los nombres que le darán forma a esas seis variantes obligadas serán los de Facundo Roncaglia, Mateo Musacchio y Ramiro Funes Mori, en defensa; y Enzo Pérez, Guido Pizarro y Éver Banega, en el medio. A esto se suma la salida de Sergio Agüero, que ante el cambio de esquema queda afuera de los titulares y el centro del ataque pasa a manos de Lucas Pratto.
De este modo, el equipo que pararía en La Paz sería:
- Sergio Romero
- Facundo Roncaglia
- Mateo Musacchio
- Ramiro Funes Mori
- Marcos Rojo
- Enzo Pérez
- Guido Pizarro
- Éver Banega
- Ángel Di María
- Lionel Messi
- Lucas Pratto.
Messi en dudas, fue informado por el árbitro
El árbitro de Argentina-Chile habría ampliado el informe con los insultos de la Pulga a su asistente y ahora podría caber una sanción.
Una versión inquietante empezó a sobrevolar este lunes a la Selección Argentina. El árbitro brasileño en el triunfo argentino sobre Chile, Sandro Ricci, quien en principio no había consignado en su informe los insultos de Lionel Messi a su asistente sobre el final del partido, habría ampliado su escrito con los improperios de la Pulga.
Ahora, existe la posibilidad de que el astro reciba por su actitud, que quedó plasmada ampliamente en los videos del encuentro, una sanción que lo margine este martes del partido con Bolivia en La Paz.
De todas formas, de caberle un castigo, los tiempos administrativos con una hipotética apelación de AFA mediante también podrían derivar en que Messi finalmente pueda jugar mañana, pero deba cumplir su pena en la jornada siguiente, cuando la Argentina visitará a Uruguay.