Boca dejó escapar este sábado dos puntos que aún no sabe cuánto podrán costarle. Le ganaba a Huracán en Parque Patricios sin merecerlo gracias a su efectividad en los últimos metros, pero en el cuarto minuto de descuento Agustín Rossi cruzó a Daniel Montenegro en el área y Alejandro Romero Gamarra decretó el 1-1 final que dejó al puntero del campeonato sumido en bronca e incertidumbre.
Antes de ese final caliente, el Xeneize había regalado una actuación muy pobre ante un equipo que pelea el descenso. Perdido en el mediocampo, cedió pelota y protagonismo a un Globo que, en el primer tiempo, supo cómo crear peligro en el área contraria. Romero Gamarra lo tuvo con un remate alto y a Ignacio Pussetto le desviaron uno al córner. Aunque los de La Ribera esbozaron su poder de fuego con un disparo afuera de Cristian Pavón y un tiro desde afuera de Leonardo Jara que rozó el travesaño.
En el complemento los ánimos locales se aplacaron en los últimos metros y se generó un trámite parejo, en el que ninguno logró un protagonismo claro. Y, en ese panorama, claramente se esperaba más de Boca. No obstante, de la mano de una distracción en el fondo de los de Juan Azconzábal, Darío Benedetto recibió en una contra, se posicionó rápido cara a cara con Marcos Díaz y lo batió con un sablazo alto a los 29 minutos. Parecía historia liquidada, pero...
A los 48, llegó la acción de Rossi con el Rolfi, quien se perfilaba por la derecha, y la decisión de Darío Herrera motivó la ira de Guillermo Barros Schelotto y el estupor xeneize. Romero Gamarra facturó con un tiro a la derecha del arquero, corría el minuto 50 y no hubo tiempo para más. Boca había fallado en el Ducó y, ahora, serán sus perseguidores quienes tengan la palabra.