#NoDejesPasarElTren Central Norte espera con ansias la vuelta al Dr. Luis Güemes

Había sido el templo de la ciudad. Nada tendría que ver su belleza, ni su ubicación, ni su modestia. Seamos concretos. Como las cosas que ya vienen así, destinadas a ser místicas. Avenida Entre Ríos 1495, lugar de ensueños, de epopeyas y  milagros, tierra de nadie y de todos, pero siempre negra. Como cada mancha de grasa de aquel ferroviario, ferviente trabajador del pueblo, humilde, modesto, pasional. Pero si habrá riquezas en esta tierra. Es aquí donde adoradores del deporte, más aun del futbol, pactaron por siempre, generación tras generación lealtad absoluta.      

¿Cómo se puede entender, este fenómeno? ¿Cómo es posible que un club que navegó en  las peores catástrofes, hundido, derrotado, abatido, se reinventa contra todo pronóstico, resurge, revive, resucita? Es recomendable que no se pierda la objetividad cuando se hable de afectos. Así como el Club Atlético Central Norte conoció de cimas y épocas doradas, también durmió en pozos subterráneos, en la pobreza extrema, moribundo.      

Supo ser primavera. Entre barro y cemento, por medio de hierros con butacas, estaban apareciendo destellos de raíces de flores eternas. Es que  la casa negra  supo estar deteriorada, decaída. Tenía sus golpes, por los años, por el cansancio, por las tristezas. Y de repente, empezó a latir. Golpe a golpe, con colores, con música, poblada de alegría, de luz, de vida. Siempre con su puñado de tierra, con sus malezas y durezas, como esencia,  pero ¡qué linda tu iglesia, tus arcos, tu túnel, tu vuelo, tu refugio en la mente de tanta  gente!       

Está corriendo por los rieles un tren ferroviario furioso de revanchas, ansioso de hazañas. Lleva en sus vagones cada día, más devotos. Aparecen por doquier, y llevan consigo sangre caliente por sus venas. Visten azabaches, se confiesan fieles fervientes de su color, son apasionados y  anhelan luego de varias guerras, el regreso a casa. Quien sabe, dentro de pocas primaveras, se escuchará  decir, que una vez habíamos visto al Rey, volver.

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