En una semana con polémica entre ambos por el cupo a la Copa Libertadores, Atlético Tucumán se recuperó con creces de tres derrotas consecutivas y dio el batacazo en Avellaneda frente a Independiente, al que venció por 2-0 para alejarlo de la pelea y hacerlo sufrir la reprobación de su gente.
Al minuto encontró el camino el Decano, cuando Fernando Zampedri apareció solo por el medio tras un pase de Leandro González y, cara a cara con Martín Campaña, definió a su derecha para marcar el primero. Si bien el gol desde el vestuario pudo condicionar el juego del conjunto de Gabriel Milito, el Rojo empezó así un derrotero de apatía en el desarrollo que se tradujo en una reacción inexistente.
Para colmo, a los 42, Gustavo Toledo se fue por doble amonestación y el panorama local se vio aún más complicado. Así, no sorprendió que a los ocho del complemento González recibiera por la izquierda en una jugada generada por un lateral, parara el balón ¿con la mano? y anotara el segundo. La debacle roja se coronó enseguida con cánticos insultantes hacia los jugadores, mientras Diego Vera estrellaba un cabezazo en el travesaño en la más clara local.
Después, todo fue esperar que el tiempo fluyera hacia lo inevitable: la silbatina que enmarcó el cierre, con un Independiente preocupado y un Atlético envalentonado por su buena recuperación y sacando pecho hacia un posible desempate para ir a la Copa.