Salta solo recibe anualmente 1 peso por hectárea. El dato no es nuevo, pero sí preocupante. El Gobierno nacional nunca cumplió con el envío de los fondos que le corresponden a la Provincia, que cuenta con la mayor superficie de bosques nativos de la Argentina, sumando alrededor de 8 millones de hectáreas. Solo una cifra cercana al 6% de lo que hace falta, según la normativa vigente, se destina a ellas.
Los números son contundentes y fueron plasmados en un proyecto ingresado a la Cámara de Diputados de la Nación, en el que se solicitan mayores partidas: en 2010 el presupuesto anual asignado a nivel país era de $300.000.000, pero el monto transferido para ser distribuido entre ocho provincias fue de 94.563.095. Al año siguiente la asignación fue la misma y si bien las transferencias subieron a $230.000.000, el dinero tuvo que repartirse entre 15 provincias. Esa tendencia siguió afianzándose y en 2012 se presupuestaron $300.085.190, se enviaron $245.467.244 y se sumó una provincia más al reparto.
Ya en 2013 comenzó a notarse una notable baja en las partidas que cayeron ese año a $253.000.000, mermó otra vez en 2014 a $247.043.707 y en 2015 a $246.450.000. En este último período, los fondos tuvieron que ser distribuidos entre 22 provincias. Es decir, el presupuesto inicial disminuyó en seis años alrededor de un 18%, mientras que las provincias destinatarias de dichos fondos crecieron en un 175%. Los números hablan por sí solos, diría la economista salteña Ivy Giraudo.
Perjuicios
Esta situación impacta directamente en la implementación de planes presentados por propietarios privados a las autoridades de aplicación provinciales, con el objetivo de conservar la biodiversidad y los servicios ecosistémicos de los bosques nativos. Estos fortalecen la identidad cultural de los pueblos, brindan elementos básicos para la subsistencia como leña, forraje, cortezas, frutos, hongos y plantas medicinales, entre otros. Los bosques nativos constituyen, además, el sostén para el desarrollo de diversas actividades productivas y/o económicas, como la apicultura, el aprovechamiento de productos forestales, la actividad silvopastorial y el turismo sustentable.
Contrariamente a la disminución de los fondos asignados se registró un incremento en la presentación de estos proyectos que pasaron de 257 en 2010, a 1.288 en 2015.
Aumento gradual
Irene Soler, titular de la Secretaría de Medio Ambiente de la Provincia, explicó que desde el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) son conscientes del contexto económico y de lo difícil que resultaría que el Gobierno nacional cumpla con el envío de la totalidad de los fondos asignados a los Bosques Nativos.
"Lo que sí creemos que está dentro de las posibilidades y lo que solicitamos institucionalmente desde Cofema es que las partidas vayan incrementándose gradualmente y no como viene sucediendo, que van en franca disminución", puntualizó la funcionaria.
Cofema es una institución federal, integrada por los responsables de las áreas de Medio Ambiente de todos los gobiernos provinciales.
Soler señaló: "La idea es cumplir y hacer cumplir los objetivos planteados por la ley de bosques, una normativa modelo en toda la región en cuanto a conservación". Luego puntualizó: "Salta recibe unos 9 millones de pesos anuales. De ese total, una tercera parte es la que debe sostener el movimiento de toda una logística, la actividad de toda una estructura destinada a la conservación, controles, promoción, aprovechamiento y manejo sustentable de los bosques nativos".
Distribución de los fondos
Las partidas tienen como finalidad compensar a las jurisdicciones que conservan los bosques nativos, por los servicios ambientales que éstos brindan. La totalidad de los fondos se destinan de la siguiente manera: un 70% a compensar a los propietarios de tierras, especialmente las ubicadas en las áreas rojas y amarillas del mapa de ordenamiento territorial, y que por dicho estatus no pueden disponer libremente de ellas en el plano productivo. El restante 30% apunta al fortalecimientos institucional. Es decir, que con 0,30 centavos anuales por hectárea se deben realizar controles, inspecciones, solventar programas de conservación, contratar personal y mantener una flota de vehículos, entre otros puntos. En síntesis, hacer cumplir los objetivos de la ley de bosques.