En cierta forma, terminó. Lionel Messi y su padre Jorge fueron condenados a 21 meses de prisión por defraudación al fisco en 4,1 millones de euros pero, aunque pueda parecer insólito, esto fue un alivio. Al ser menor al plazo de dos años y al ninguno de los dos tener antecedentes penales, la prisión no será efectiva, por lo que Leo sólo tuvo que ponerse al día con lo adeudado y así pudo cerrar un problema que lo venía aquejando hace largo rato.
Si bien el total es de 21 meses, las condenas a cada una de las partes son tres distintas. Una de siete meses por defraudación en 2007, otra idéntica en 2008 y una más en 2009. Messi había declarado el pasado 2 de junio ante el juez de la Audiencia de Barcelona y se había desligado de la situación, asegurando que su papá se ocupaba de todo y él ni miraba lo que firmaba. La familia ya había transferido 5 millones de euros al juzgado para saldar sus deudas.
La sentencia todavía no es firme y se puede presentar un recurso ante el Tribunal Supremo español. Sin embargo, con este fallo Leo ya tiene la tranquilidad de que es prácticamente imposible que lo manden tras las rejas. Y le pone fin a una situación que lo tenía muy angustiado y preocupado.